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El PCB: Análisis de las herejías en «Ad theologiam promovendam»

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El 1 de noviembre, justo después de la clausura del Sínodo de octubre, el pseudopapa Francisco emitió un motu proprio titulado Ad theologiam promovendam. Se trata esencialmente de una carta de acompañamiento para modificar los estatutos de la Pontificia Academia de Teología con el objetivo de cambiar la doctrina teológica de la Iglesia eliminando sus fundamentos, es decir, la Sagrada Escritura y la Tradición.

Cita de Bergoglio: «Para promover la teología en el futuro, no podemos limitarnos a volver a proponer de manera abstracta fórmulas y esquemas del pasado». (1)

Si estas fórmulas y esquemas son la protección de las verdades salvíficas de la fe, entonces su eliminación conduce a la pérdida de la verdad objetiva y revelada y representa una amenaza para nuestra salvación. Estas fórmulas las respaldan los Padres y los Doctores de la Iglesia. Al abusar de una autoridad que no le corresponde, Bergoglio pretende destruir los cimientos de la fe y, al fin y al cabo, conseguir la autodestrucción de la Iglesia.

Cita de Bergoglio: «La reflexión teológica está, por tanto, llamada a un punto de inflexión, a un cambio de paradigma, a una “revolución cultural valiente” (carta encíclica Laudato si, 114)». (4)

Aquí Bergoglio ya habla claramente de un cambio de paradigma. Deliberadamente no dice qué, específicamente, abolirá y qué legalizará. Sin embargo, sí introduce el principio del cambio de paradigmas, es decir, la abolición de los dogmas, pilares de nuestra fe. Así, los herejes se convierten en la fuerza dirigente de la Iglesia, amparados por la falsa autoridad papal. Aquellos que no quieran participar en esta valiente revolución cultural de Bergoglio serán tachados despectivamente de cismáticos.

Si dejamos de respetar las leyes naturales de la física, perderemos la vida. Si dejamos de respetar las leyes espirituales contenidas en el Evangelio, arraigadas en la Tradición y claramente expresadas en los dogmas de la Iglesia, perderemos la vida eterna.

Cita de Bergoglio: «… una revolución cultural que la compromete (es decir, la teología), ante todo, a ser una teología fundamentalmente contextual, capaz de leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en que viven diariamente los hombres y las mujeres…».

Esta actitud contradice el mandato fundamental de Cristo: arrepentíos y creed en el Evangelio. Debemos cambiar nuestras vidas según el Evangelio de Cristo, y no según el falso antievangelio de Bergoglio que confirma un estilo de vida impío, inmoral y egoísta en las condiciones en que viven diariamente los hombres y las mujeres.

Cita de Bergoglio: «… (la teología) tiene como arquetipo la Encarnación del Logos eterno, su entrada en la cultura, en la visión del mundo, en la tradición religiosa de un pueblo».

Esta declaración de Bergoglio no puede verse, sino a luz de su consagración a Satanás en Canadá y de la entronización del demonio Pachamama en el Vaticano.

El Logos se encarnó, pero la declaración de Bergoglio deja claro que su entrada no debe afectar en modo alguno a la cultura, la visión del mundo o la tradición religiosa de los paganos. Sin embargo, si se respeta la cultura pagana, cuya raíz es el culto a los demonios, ni Cristo y ni el Evangelio pueden recibirse sino de manera formal e ineficaz. Y este es el objetivo de la teología de Bergoglio, que destruye totalmente los cimientos mismos de la Iglesia e impide la verdadera misión. Al contrario, da paso a una antimisión pagana dentro de la Iglesia. El programa de Bergoglio es una implementación práctica de Nostra aetate del Vaticano II.

Cita de Bergoglio: «A partir de aquí, la teología solo puede desarrollarse en una cultura de diálogo… entre diferentes religiones».

Jesús no nos ordenó dialogar con los que adoran a los demonios. Debemos predicarles el evangelio de salvación de Cristo con el poder del Espíritu Santo. Una teología que solo puede desarrollarse en una cultura del diálogo es falsa y diabólica. Conduce a la destrucción del cristianismo. El Apóstol clama: «Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo… Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a las fábulas» (2 Tm 4, 2s). ¡Estamos obligados a llevar a cabo la verdadera misión y no mantener un diálogo falso que conduce al envenenamiento espiritual!

Cita de Bergoglio: «… comprometiéndose abiertamente con todos, creyentes y no creyentes. La necesidad del diálogo es, de hecho, intrínseca al ser humano y a toda la creación…».

Eva en el Paraíso se comprometió abiertamente con la serpiente y todo acabó de manera muy trágica.

Bergoglio está dispuesto a comprometerse con todos, creyentes y no creyentes, excepto a los católicos ortodoxos. De hecho, una actitud de desprecio hacia ellos es intrínseca a él. Cuando el ex nuncio estadounidense C. M. Viganò quiso entablar un debate con él sobre el encubrimiento de los abusos sexuales sufridos por seminaristas, no hubo un diálogo intrínseco al ser humano y a toda la creación. Además, cuando el cardenal Zen, de 90 años, esperó todo el día en el frío glacial una audiencia, no fue recibido en absoluto.

Del mismo modo, cuatro y más tarde cinco cardenales de los «dubia» esperan el diálogo hasta el día de hoy. Tampoco hubo diálogo con los autores de la «Corrección filial». Bergoglio es una excepción entre los seres humanos, porque el diálogo no le es intrínseco. A lo sumo dialoga con homosexuales, transexuales y élites consagradas a Satanás, pero en ningún caso con el objetivo de convertirlos.

Cita de Bergoglio: «… es tarea peculiar de la teología descubrir “la huella trinitaria en la creación, que hace que el cosmos en que vivimos sea ‘una trama de relaciones’, y en el que ‘es propio de todo ser viviente tender hacia otra cosa’”».

La teología no tiene como tarea descubrir una vaga «huella trinitaria», sino anunciar a Dios revelado en la Trinidad con el fin de salvar las almas. Esto implica la necesidad de recibir al Hijo de Dios como Salvador. La teología de Bergoglio no menciona esta necesidad, y mucho menos enfatiza este fundamento. La teología de Bergoglio, que no tiende hacia la salvación en Jesucristo, sino que proclama que es propio de todo ser viviente tender hacia otra cosa, no es teología cristiana. Es más bien una especie de dédalo hindú que no tiene nada que ver con la salvación del alma.

Cita de Bergoglio: «El diálogo con otros conocimientos presupone evidentemente… la conciencia de la esencial dimensión sinodal… del hacer teología». (6)

El apóstol Pablo señala la verdadera fuente del conocimiento: «Quiero, pues, que… alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos. … Así pues, vivid en el Señor, Cristo Jesús; firmemente arraigados y edificados en Él. … Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas basadas en las tradiciones de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo, y no conforme a Cristo» (Col 2, 1-8). Debemos mirar que Bergoglio no nos engañe por medio del diálogo con otros conocimientos que presupone evidentemente la conciencia de la esencial dimensión sinodal del hacer teología. Es que esta teología conduce a la anulación de la ley y los mandamientos de Dios y, por tanto, a la pérdida de Cristo y a la perdición del alma.

Cita de Bergoglio: «La sinodalidad eclesial compromete, por tanto, a los teólogos a hacer teología en forma sinodal, promoviendo entre ellos la capacidad de escuchar, dialogar, discernir e integrar la multiplicidad y la variedad» (LGTBQ)». (6)

Si la sinodalidad eclesial compromete a los teólogos a hacer teología en forma sinodal, significa que cada teólogo está obligado a predicar las herejías de Bergoglio y ya no debe predicar la auténtica doctrina de la Iglesia. En caso contrario, ya no hay lugar para él en la secta herética de Bergoglio, como tampoco lo hay para el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo.

En cuanto a lo de «hacer teología» sin oración, sin arrepentimiento, sin los verdaderos fundamentos de la fe, no se trata de teología, sino heresiología.

En lo que respecta a la capacidad de escuchar, dialogar, discernir e integrar la multiplicidad y la variedad, en otras palabras, integrar a los LGTBQ en la Iglesia, eso lleva al suicidio espiritual. Bergoglio manda escuchar a los que no quieren convertirse a Cristo, es decir, los herejes empedernidos y los disolutos, y manda también integrar su obstinación en el pecado y la mentira. Este es el camino a la perdición.

Cita final del motu proprio: «Todo lo que he decretado en esta Carta apostólica en forma de motu proprio, ordeno que tenga valor estable y duradero, a pesar de cualquier disposición en contrario».

En su motu proprio, Bergoglio predica herejías y enseñanzas engañosas que conducen a la apostasía, y con su declaración autoritaria demuestra que se opone (a Dios) y se exalta sobre todo lo que se llama Dios o es objeto de culto. Incluso se ha sentado en el templo de Dios (ha usurpado el papado), haciéndose pasar por Dios (cf. 2 Ts 2, 3s.).

Bergoglio introduce su propio antievangelio, por el cual él y quienes se someten a él incurren en el anatema de Dios según Ga 1,8-9.

La herejía de la papolatría sostiene que un papa puede entregarse a Satanás, anular los mandamientos de Dios, promover la sodomía prohibida por Dios (2 P 2, 6) o incluso transformar la Iglesia de Cristo en la pseudo-Iglesia del anticristo, y aun así ser el papa a quien debemos obedecer ciegamente, tanto aquí como una vez en el infierno. Los papólatras boicotean la bula dogmática de Pablo IV, así como a San Roberto Belarmino, San Alfonso y otros Doctores de la Iglesia, que enseñan que un papa que es un hereje manifiesto se ha excomulgado a sí mismo de la Iglesia y, por tanto, no puede ser su cabeza. Gracias a la herejía de la papolatría, Bergoglio puede destruir la Iglesia y el papado sin resistencia alguna.

Todo obispo está obligado en este momento crítico a dar el paso salvador de separarse a sí mismo y a su diócesis del hereje manifiesto que ha usurpado el papado y de su secta. Quien no se separe de él será obligado por Bergoglio y su secta a separarse de Cristo, y su nombre será borrado del libro de la vida. A la hora de su muerte terminará en el lago de fuego.

Queridos obispos, ¡la salvación de la Iglesia está en vuestras manos! ¡Separaos de la Babilonia de Bergoglio!

 

+ Elías

Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr             + Timoteo OSBMr

obispos secretarios

 

18 de diciembre de 2023

 

Descargar: El PCB: Análisis de las herejías en «Ad theologiam promovendam» (18-12-2023)

 

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