El asunto del género en Cuaresma de 2019
14 de marzo de 2019
Apreciados Obispos, sacerdotes y fieles:
Hemos empezado el tiempo de Cuaresma, la esencia del cual es la penitencia. Jesucristo dijo claramente, y Sus palabras se aplican a todos, “Si no os arrepentís, todos pereceréis”. ¡Y esto es algo muy serio!
No solamente la existencia del cristianismo, sino incluso la existencia misma de la nación Checa está en juego hoy. Descuidar lo que debemos hacer es un pecado grave. Cuando hablaba del Juicio Final, Jesucristo usó palabras duras: “Y estos irán al castigo eterno…” ¿Por qué? “Lo que no hayáis hecho por el menor de estos, no lo hicisteis por Mí”.
El parlamento está trabajando en este momento para implementar una ley que habilita a niños de 12 años a cambiar su género. Estos son no sólo crímenes contra Dios y Su orden, sino también contra la humanidad. ¡Permanecer en silencio sobre ellos significa participar en este crimen! ¿Qué debería hacer la Iglesia? Evitar la maldición sobre la nación mostrando verdadero arrepentimiento e invocar de nuevo la bendición de Dios. Sin ella, ¡la lucha contra estas leyes autogenocidas será ineficaz!
El sistema de mentiras se ha introducido sagazmente en la Iglesia por medio de herejías mediante un método de términos ambiguos. El mismo método se usa ahora en la legislación para introducir las leyes de género.
Quizás se podría justificar la pasividad de los fieles por el hecho de que la mentalidad católica es incapaz de distinguir entre la autoridad de la Iglesia y la autoridad de Dios. Esto es lo que enemigos secretos de Cristo y de la Iglesia han explotado. Sin embargo, uno no puede justificar que esta pasividad continúe incluso después de años de que los frutos y la maldición se han hecho tan visibles que cualquier persona sincera puede reconocerlo. La autoridad suprema en la Iglesia ha abusado para poner toda la estructura de la Iglesia contra Dios, contra las verdades salvadoras y contra el orden divino. El fruto es la parálisis espiritual y la maldición, que se hace manifiesta por una gradual pérdida de la conciencia y la razón. Los obispos y los sacerdotes están obligados a confesar en nombre de toda la Iglesia: “Hemos pecado”, y a entrar en un camino de verdad y penitencia. De otro modo, el proceso de auto destrucción no se detendrá. ¿En qué consiste la verdadera penitencia? El Apóstol Pedro lo dijo: “Sepárense” del espíritu farisaico ¡que crucificó a Cristo!
Como profeta de Dios, el Arzobispo C. M. Viganó ha señalado los crímenes en la estructura eclesiástica y ha llamado al arrepentimiento y a un proceso de renacimiento. ¿Cuál es la respuesta? Un silencio de muerte. En esta situación, los esfuerzos desesperados por defender a Francisco, que cubre herejías y el crimen, es una señal de unidad en la rebelión contra Dios y contra el Espíritu de la verdad. Y esto es un pecado contra el Espíritu Santo.
Apreciados Obispos: es a través de su falta que los católicos están atados por el espíritu farisaico y retenidos en la ceguera. Uno debe escoger: ¡Cristo o el Anticristo! ¡Doctrina ortodoxa o herejías! ¡Fidelidad a Pedro o a Francisco!
Queridos fieles: Si se arrepienten, obtendrán también la gracia para que los obispos y los sacerdotes sientan dolor ante el estado de la Iglesia. Y una vez que sientan este dolor, como el mencionado valiente Arzobispo, dejarán de reclamar unidad en la Misa con el papa ilegítimo que conduce la Iglesia y las naciones a la autodestrucción.
Si ustedes, obispos y sacerdotes, continúan pasivamente en unidad con el espíritu que hoy ocupa la estructura de la Iglesia, el espíritu de apostasía los mantendrá en el interior de sus límites y hace ineficaces cualesquiera buenos esfuerzos. Sus esfuerzos así se hacen meras frases piadosas o evasivas. Ojalá el Arzobispo Viganó y nuestro sacerdote checo el Prof. Piťha sean hoy un ejemplo para ustedes. Levantarse por la verdad cuesta algo. Uno arriesga mucho, o todo, pero obtiene la vida eterna. Es inútil decir que debemos pelear por la verdad si no estamos dispuestos a separarnos nosotros mismos de las mentiras. Acabaríamos como Pilato. Llegado el momento, condenó a Cristo.
Las personas que están en la estructura, que está bajo el dominio de las mentiras y la maldición en razón de las herejías, se ven compelidas –como dijo nuestro Señor Jesucristo– “a cerrar sus ojos, para que no vean, a cerrar sus oídos para que no oigan, a endurecer sus corazones para que no se conviertan y se les perdonen los pecados” (Mc 4, 12).
Acudir a lo que Francisco dijo o escribió contra la ideología de género en Amoris Laetitia o en otra parte es hipocresía. Él se vale de esas afirmaciones para tener una coartada, pero sus palabras muestran lo contrario. Esto es claro incluso para un ateo sensible. El clericalismo religioso contemporáneo que esconde las herejías, la apostasía y la inmoralidad es peor que el ateísmo, aunque ambos son malos.
Los católicos de hoy no son ni la sal ni la luz para el mundo, sino más bien piedra de escándalo. A ellos se les enseña a evitar lo más esencial, sin lo cual nadie puede salvarse, y esto es la penitencia. ¿Por qué lo hacen? No hay nadie que les hable acerca de la esencia del cristianismo, a saber, “niégate a ti mismo, carga con tu cruz y sígame”. Es un misterio el del hombre viejo crucificado con Cristo (Gal 2, 20; Rom 6, 6). El catolicismo, construido solo sobre frases religiosas y clericalismo hipócrita no produce el fruto de la penitencia y la salvación.
Miles de fuertes demostraciones anti-género y pro-familia se hicieron en sábados y domingos durante muchos meses en Ucrania durante el último año. Fueron organizados por protestantes y ortodoxos en diferentes ciudades. ¿Qué han hecho los católicos en la República Checa contra la mortal ideología de género? Quitarse el sombrero ante un puñado de peregrinos en Hostýn y Velehrad. ¿Pero qué hay de los otros?
En estos días, el parlamento debate el derecho al cambio de género desde la edad de 12 años. El 26 de marzo discutirá nuevamente la ley sobre el llamado matrimonio del mismo sexo. Piratas y feministas están tratando de meterse en el edificio del parlamento e influír la atmósfera, mientras sus partidarios se sitúan fuera con pancartas. Los católicos, sin embargo, están sentados en casa esperando indefinidamente. ¿Qué apoyo puede esperar un parlamentario si ve que la Iglesia Católica es totalmente indiferente a la introducción del crimen? Preguntamos: ¿pueden ustedes llevar a cabo una demostración pacífica en las afueras del edificio del parlamento al menos el 26 de marco, y así apoyar a los parlamentarios que defienden los valores cristianos?
¡Recupérense del delirio y vuelvan a la realidad! Este espíritu de paralización y clericalismo es también alentado por frases piadosas en Radio Proglas, Semanario Católico, TV Noe e, infortunadamente, también en Conferecia episcopal checa (CEC). ¡Todos deben arrepentirse! ¡Este es el único camino de salvar la nación y de restaurar la Iglesia! Sin embargo, todo católico debe comenzar a hacer penitencia incluso si la estructura eclesiástica continúa boiconteando la verdad.
Queridos hermanos y hermanas: ustedes saben bien que la gracia del arrepentimiento solo puede conseguirse mediante la oración. Por lo tanto, haga cada uno comprométase durante la cuaresma a dedicar una hora diaria a la oración interior entre 8 y 9 p.m. A las 9, sacerdotes darán su bendición. Sería ideal que la familia, o al menos dos miembros de la familia, pudieran rezar juntas. Pueden rezarse oraciones tradicionales como el Rosario o el Vía Crucis.
La oración verdadera debe convertirse en obras. Por ejemplo, escriba una carta a un miembro del parlamento para animarlo en la batalla por la protección de los niños y por la subsistencia de la familia. Pero también es necesario, tras el ejemplo de Ucrania, levantarse, tomarse las calles y permanecer afuera del edificio del parlamento. Si ustedes dan estos pequeños pasos de fe, Dios producirá un milagro: ¡Él nos salvará del autogenocidio planeado de la nación y de la Iglesia! Seas conscientes de su responsabilidad por ustedes mismos, así como ¡por la futura generación!
Preguntas sobre la verdad para un teólogo:
1.¿Debe culparse la iglesia por la invasión de la ideología de género?
2. ¿Proclama la Iglesia de hoy herejías que niegan las verdades esenciales del cristianismo? ¿Sí o no?
3. Considerando las herejías manifiestas, ¿es Francisco un papa legítimo o ilegítimo?
4. ¿Abrió el Vaticano II las puertas al espíritu de la verdad y el arrepentimiento o al espíritu del mundo a través del aggionarmento? Nosotros cosechamos hoy los frutos del Vaticano II, ¿Sí o no?
5. ¿Estaban o no obligados los papas post-conciliares a luchar contra la expansión de las herejías del neo-Modernismo y el sincretismo?
6. ¿Es la canonización de estos papas hecha por Francisco válida o inválida?
Preguntas sobre la verdad para todo cristiano:
1. ¿Quién es Cristo para usted? ¿Tiene Él el primer lugar en su vida? ¿Encuentra usted tiempo para hablar con Él en oración interior, o dedica usted horas a navegar en la red, a la TV, a la música moderna y a las vanidades del mundo?
2. ¿Está usted dispuesto a levantarse contra el sistema total del Anticristo en la Iglesia y en el mundo para la salvación de su alma y por amor a Jesucristo?
3. ¿Está dispuesto a poner punto final a las frases piadosas y al auto-engaño en su vida?
4. ¿Piensa usted seriamente en la muerte, el juicio de Dios y la eternidad? ¿O son para usted estas realidades tan solo términos piadosos? ¿Dónde estaría usted hoy, en este mismo momento, si Dios lo llamara?
Conclusión:
La restauración de la Iglesia debe comenzar por usted, sea usted un simple fiel, ¡un sacerdote, un religioso o un Obispo!
Hagamos una pregunta existencial: ¿Qué pasaría si la CEC anunciara al Vaticano y a todo el orbe católico el no reconocimiento de Francisco como sucesor legítimo del Apóstol Pedro, se separaran ellos mismos de la maldición y no mencionaran más su nombre en la Misa?
Respuesta: produciría un fuerte impacto. Pero nosotros estamos acostumbrados a impactos. Francisco y varios herejes en los altos puestos nos impactan frecuentemente. Nos hemos acostumbrado a los impactos desde Alemania, como la propuesta de abolir el papado hecha por el Card. Lehmann; el Card. Kaspers nos sacude de muchos modos, y también lo hace el Arzobispo Zollitsch, que dice que Cristo no murió por nuestros pecados; y recientemente nos produjo otro impacto el Card. Marx al promover las bodas homosexuales en los templos católicos. ¡Ellos no temen ni a los hombres ni a Dios! Y nosotros, el pueblo Checo, ¿tememos dar un pequeño paso en el intento de restaurar la Iglesia y el papado? ¿A qué o a quiénes tememos? ¿A la gente o a Dios? ¡Tememos a nuestras propias sombras! (Santa Catalina de Siena)
¿Cuáles serían las consecuencias de este paso de separación del papa inválido? Los católicos checos darán ejemplo de una renovación de la Iglesia al mundo entero. ¿Aprovecharemos esta oportunidad que Dios nos está dando?
+ Elías
Patriarca del Patriarcado Católico Bizantino
+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
Obispos secretarios