La fase de implementación iniciada por Bergoglio: la tumba de la Iglesia católica. Una solución salvadora.
Este video se puede ver también aquí: https://youtu.be/rr9dBvxeWew
https://rumble.com/v6q4crs-la-fase-de-bergoglio.html
https://www.bitchute.com/video/30o2v8LdMbp7/
https://cos.tv/videos/play/59396060933035008
En 2019, el ilegítimo papa Bergoglio entronizó al demonio Pachamama en el Vaticano. Al hacerlo, cometió un acto público de apostasía. Lamentablemente, muchos católicos, envenenados por el espíritu del Vaticano II que proclamó el respeto a otras religiones, de hecho, también a sus demonios, ya ni siquiera lo consideran un pecado. Poco después, inició el camino sinodal. Al principio, ocultó estratégicamente su intención de conseguir la legalización del pecado nefando de la sodomía en la Iglesia.
El 18 de diciembre de 2023, este falso papa publicó la así llamada declaración doctrinal Fiducia supplicans, en la que anula los principios morales y los mandamientos de Dios y de la Iglesia. Se trata de bendecir el pecado de la sodomía, vinculado a la ideología LGTBQ antidivina. Las conferencias episcopales de los distintos países que se han adherido a ella se han apartado claramente de la enseñanza católica y de la Iglesia.
Esto ha dado lugar a la situación más trágica de la historia de la Iglesia. ¿Por qué? Porque la separación de Bergoglio del Evangelio y la proclamación de un antievangelio sodomítico es una rebelión abierta contra Dios y el poner en marcha el proceso de satanización. Ni siquiera se puede comparar con el Cisma de Oriente de hace 1 000 años o la Reforma de Lutero de hace 500 años. El papado se está utilizando hoy en día para transformar globalmente la Iglesia católica en la ramera del Anticristo. El camino LGTBQ de Bergoglio se puede comparar al pecado de Lucifer —Satanás— y sus ángeles orgullosos —los obispos traidores (cf. Ap 2-3)— que se rebelaron contra Dios bajo su liderazgo y, por lo tanto, los ángeles se convirtieron en demonios.
En su motu proprio Ad theologiam promovendam del 1 de noviembre de 2023, Bergoglio introdujo el principio del cambio de paradigma. Bergoglio declaró que abolía toda doctrina anterior que no estuviera en consonancia con su camino sinodal arcoíris. De este modo, Bergoglio se convirtió en el fundador de la anti-Iglesia. Con estos dos documentos eclesiásticos falsos y nulos, Bergoglio y sus secuaces rompieron con la doctrina católica. Sin embargo, externamente han permanecido dentro de la estructura de la Iglesia, que están utilizando para empujar a los católicos de todo el mundo al camino del Anticristo de la desmoralización y satanización.
Bergoglio y los prelados nombrados por él han incorporado a naciones enteras a esta anti-Iglesia a través de sus conferencias episcopales comprometidas. Si se quiere detener la fase de implementación autogenocida de Bergoglio, prevista para 2025, es necesario abolir o abandonar las conferencias episcopales traidoras que han aceptado Fiducia supplicans. Fiducia supplicans la han rechazado todos los obispos de África y las conferencias episcopales de Polonia, Hungría, Ucrania y Bielorrusia. Pero este no es el final del asunto. Si estas conferencias siguen subordinadas al usurpador del papado, éste, aprovechándose del mecanismo canónico-legal y abusando de su autoridad, destituirá a todos los obispos ortodoxos y nombrará a sus propios partidarios en su lugar. De este modo, inducirá a todas las naciones a la rebelión contra Dios. Así hará caer el castigo de Dios y la mayor catástrofe sobre la humanidad.
Nos preguntamos: ¿dónde están las raíces de esta trágica apostasía? En el espíritu y la letra del Concilio Vaticano II.
En el período de 2008 a 2010 nuestro colegio episcopal (más tarde el Patriarcado católico bizantino) llamó a más de 4 000 obispos del mundo a rechazar la afirmación herética del presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Zöllitsch, quien pronunció la herejía de que Cristo no murió por nuestros pecados, sino solo en solidaridad con los que sufren. Tan solo uno de los obispos fue capaz de rechazar la herejía de Zöllitsch y el método histórico-crítico, que cuestiona la divinidad de Cristo y Su resurrección real e histórica, así como la inspiración divina de las Escrituras. Esto demuestra que Bergoglio es solamente la punta del iceberg de una apostasía interna que tiene sus raíces en el Concilio Vaticano II. El Concilio abrió la puerta a la panherejía del modernismo y a la herejía del sincretismo con el paganismo, y abrazó el espíritu del mundo a través del llamado aggiornamento.
El 15 de septiembre de 2010, también se pronunció el anatema de Dios contra Jorge Mario Bergoglio.
El Vaticano II preparó el terreno para la criminal Fiducia supplicans. Si ha de haber una renovación interior de la Iglesia, debe haber una metanoia —un cambio de mentalidad— de la herejía a la ortodoxia, del espíritu del mundo y del espíritu del Anticristo al Espíritu de Cristo. El arrepentimiento concreto consiste en que todo obispo, sacerdote y creyente que quiera salvarse:
1) debe renunciar a la criminal, inmoral y suicida Fiducia supplicans;
2) debe renunciar a la sumisión al usurpador ilegítimo del papado;
3) debe renunciar a la letra y al espíritu del Vaticano II;
4) el obispo católico ortodoxo debe apartarse de la conferencia episcopal que lo ha llevado a la traición a Cristo.
Luego hay que emprender el camino de la penitencia sanadora (epitimia) tal y como se practicaba en la Iglesia primitiva con los pecadores públicos. El propósito de esta penitencia es restaurar la relación personal con el Salvador Jesucristo a través de la oración interior. Hay que recordar que el Hijo de Dios, a costa de terribles sufrimientos y Su muerte expiatoria en la cruz, liberó nuestras almas de la esclavitud de Satanás y del tormento de la muerte eterna. Todo obispo y sacerdote debe dedicar al menos una décima parte de su tiempo a la oración interior, lo que supone 2,5 horas al día. De lo contrario, el espíritu del mundo no se alejará ni de su alma, ni de su mente, ni de la Iglesia.
¿Qué hay que hacer concretamente para salvarse, es decir, para separarse de la anti-Iglesia de Bergoglio, a la que el pseudopapa ha incorporado a obispos, sacerdotes y creyentes?
- El obispo diocesano debería escribir una carta pastoral para su diócesis, en la que explique la situación con veracidad. Debe instruir a los sacerdotes y renunciar, en nombre de toda la diócesis, a la criminal Fiducia supplicans. Que se retire de la conferencia episcopal de los judas y se separe del usurpador del papado, Bergoglio. De esta manera, él y toda la diócesis defenderán la doctrina católica y permanecerán en la Iglesia católica.
- Los obispos de África, por su parte, se encuentran en una situación diferente. Aunque han rechazado Fiducia supplicans, tienen que dar un segundo paso, es decir, separarse del usurpador del papado, representado en África por el cardenal Besungu. Pese a que África ha rechazado Fiducia supplicans, Besungu está impulsando manipuladoramente la fase de implementación del camino sinodal arcoíris de Bergoglio. Los obispos africanos deben liberarse del servilismo al pseudopapa Bergoglio y al partidario encubierto de la sodomía Besungu. Entonces deberían instituir un patriarcado africano y defender la sana doctrina católica y la sana moral. Tan pronto como haya un verdadero papa, se unirán a él. Pero, hoy en día, la condición existencial es separarse rotundamente del pseudopapa Bergoglio.
- Si la conferencia episcopal de un territorio determinado se ha adherido a la declaración suicida, ha arrastrado también a los obispos fieles a este camino y a la traición a Cristo. ¿Cuál es la solución? El verdadero obispo católico con su diócesis debe separarse de esta conferencia episcopal traidora. Entonces será libre de renunciar a la suicida Fiducia supplicans. Al mismo tiempo, que renuncie al papa inválido. En una carta pastoral, explicará por qué se vio obligado a dar este paso para preservar la doctrina católica. La razón es, sobre todo, la salvación eterna de las almas inmortales, que el camino arcoíris de Bergoglio excluye.
La situación es diferente si el obispo es seguidor del camino arcoíris de Bergoglio. En ese caso, todo sacerdote, si se preocupa por la salvación de las almas inmortales y por la fidelidad a Cristo y a la enseñanza católica, debería convocar en privado a algunos fieles y explicarles la verdadera situación de la Iglesia. Les anunciará que Bergoglio es un papa ilegítimo, que Fiducia supplicans es una rebelión contra Dios y que todo el camino sinodal conduce a la condenación eterna. El sacerdote escribirá entonces una carta pastoral para su parroquia. La leerá en la homilía dominical y pondrá la versión escrita a disposición de todos los feligreses. Debe contar con que habrá unos cuantos seguidores del camino arcoíris de Bergoglio en la parroquia que intentarán manipular activamente a los fieles desinformados y volverlos en contra del sacerdote.
En esta lucha espiritual por la fidelidad a las enseñanzas de Cristo, la salvación consiste en que la parroquia acepte la carta pastoral del sacerdote y su petición. A continuación, renunciará a Fiducia supplicans, en contraposición a la traicionera conferencia episcopal del país determinado, por ejemplo, la KBS en Eslovaquia. Al mismo tiempo, el sacerdote y su parroquia abandonan la subordinación al obispo traidor, que es un secuaz de Fiducia supplicans y ha incurrido en la excomunión latae sententiae y el anatema de Dios (Ga 1, 8-9), por lo que se ha excluido a sí mismo de la Iglesia. La parroquia también se desvincula del camino sinodal suicida y del falso papa Bergoglio. Este es un paso salvador para cada sacerdote y creyente católico que quiere salvarse. Es el fin del comportamiento gregario. Hoy en día, cada uno debe decidir personalmente qué camino elegirá: o el camino de salvación de Cristo o el camino arcoíris de Bergoglio que lleva a la perdición.
En esta elección, los sacerdotes son los principales responsables de la salvación de sus feligreses. Si se callan y no les dicen la verdad ni les advierten del peligro de condenación eterna que supone el camino de la rebelión de Bergoglio, los fieles no podrán orientarse correctamente y apartarse del camino de la apostasía. Si el sacerdote consigue la mayoría para la verdad, la iglesia en la parroquia seguirá siendo verdaderamente católica. De lo contrario, tendrán que existir como una Iglesia clandestina.
Si la iglesia está ocupada por los partidarios del antievangelio sodomítico y su sacerdote prosodomita, un puñado de fieles creyentes se reunirá en las casas. Si solo hay unos pocos creyentes fieles y valientes, pueden asistir al menos una vez al mes a la santa misa en un lugar donde se mantendrá la verdadera Iglesia con un sacerdote fiel a Cristo. O un sacerdote fiel puede acudir a las comunidades de los verdaderos fieles. Este fue el caso, por ejemplo, en Ucrania durante la época del comunismo estalinista. Si hay más creyentes, pueden alquilar una sala, por ejemplo en un edificio escolar, un centro comunitario o en otro lugar.
Cada sacerdote y cada creyente deben tener una visión clara. No se les puede empujar a una situación en la que no hay solución. Hay una solución, y es la solución salvadora. Pero exige que luchemos por la fidelidad a Cristo y salgamos de la pasividad católica. Los mártires de los primeros tres siglos estaban dispuestos a sufrir no solo la muerte, sino también las torturas más crueles por su fidelidad a Cristo. Sus testimonios están recogidos en el libro de cuatro volúmenes «Mártires y otros santos».
Hoy en día, para salvarse, el sacerdote debe romper con la maldición de Fiducia supplicans y del camino arcoíris de Bergoglio, que desemboca en la perdición. Querido hermano, si quieres permanecer fiel a Cristo en este tiempo de dura prueba y de lucha espiritual, debes ser consciente de la gravedad de la situación. El Espíritu de Dios, a través de tu unción sacerdotal y por su omnipotencia, hace presente en el altar el sacrificio del Calvario por tus pecados y los pecados de la humanidad. Te unes diariamente a este sacrificio redentor de Cristo. Lo unes a tu sufrimiento y a tu deseo de la salvación de las almas inmortales que te han sido confiadas. En la lucha espiritual del reino de Dios contra las fuerzas de las tinieblas, este sacrificio incruento, que se identifica con el sacrificio cruento del Calvario, es de un valor incalculable tanto en el tiempo como en la eternidad. Pero si te unes a la apostasía, es decir, a la traición a Cristo mediante Fiducia supplicans, el Espíritu de Dios se apartará de ti y sin Él tu ejercicio del ministerio sacerdotal será nulo e ineficaz. Dios te pide ahora que hagas el sacrificio de tu vida, que niegues a ti mismo por causa de Cristo y su Evangelio, y que te separes de la estructura herética a la que te ha arrastrado una conferencia episcopal traicionera que ha abrazado el camino del antievangelio sodomítico cuyo fin es la perdición. Si permaneces en este estado, ya no serás sacerdote de Cristo, sino sacerdote del Anticristo. Desviarás a la gente y matarás su conciencia llevándola a la condenación eterna.
Ten presente: o serás un verdadero discípulo de Jesús o un traidor a Jesús, un judas.
Esta es la situación en la que te encuentras, y las perogrulladas piadosas, sin importar quién las pronuncie, no te ayudarán. Tienes que elegir. Querido hermano, ministro del altar, no tienes nada que temer. Jesús, a quien sirves, no te abandonará. Sí, vas a sufrir, pero Él será tu fuerza y tu luz. Si les dices a los fieles la verdad sobre la apostasía en la Iglesia, o la aceptarán y salvarás la parroquia, o al menos parte de ella, o no la aceptarán, pero ya no cargarás con la culpa ante Dios. No les has ocultado la verdad, sino que les has advertido del camino arcoíris que conduce a la condenación eterna. Por tu fidelidad a Cristo se cumplirá en ti lo siguiente: «Os entregarán a los tribunales… seréis odiados por causa de mi nombre…» (Mc 13, 9), «os expulsarán de las sinagogas; cualquiera que os mate (aunque sea moralmente) pensará que rinde servicio a Dios. Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a mí» (Jn 16, 2 s.). «Pero el que persevere hasta el fin —y recuerda esto—, ¡éste será salvo!».
+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino
+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
Obispos secretarios
11 de febrero de 2025