Saltear al contenido principal

El fruto del Vaticano II después de 60 años: la transformación de la Iglesia católica en una pseudo-Iglesia de la Nueva Era /6.ª parte/

Este video se puede ver también aquí: https://youtu.be/WlkDiZA43Ps  
https://rumble.com/v6qfn0u-del-vaticano-ii-6..html   
https://www.bitchute.com/video/voH5TbRQ91VU/   
https://cos.tv/videos/play/59531780349531136   

Tras su conversión, la profesora Eta Linnemann desenmascaró el becerro idolátrico del modernismo del Vaticano II, vinculado al método histórico-crítico en teología (en lo sucesivo MHCT). Éstas son sus declaraciones: «La formación de hipótesis en la ciencia del Antiguo y Nuevo Testamento es un sistema que se estabiliza por sí mismo.

Una semana laboral de sesenta horas es bastante habitual para estos investigadores, y este nivel de actividad se mantiene durante toda la vida, hasta que la fuerza intelectual y física flaqueen. El profesor de teología llega a la firme convicción de que no se puede entender la Palabra de Dios sin haber hecho propias las hipótesis de la llamada ciencia del Antiguo y Nuevo Testamento.

El estudiante de teología transmite a su congregación la convicción que le inculcaron de que solo la teología histórico-crítica puede desentrañar la Sagrada Escritura y les enseña, con algunas reservas, lo que él mismo aprendió en la universidad.

En ninguna otra disciplina se “cree” tanto como en el estudio del método histórico-crítico. El estudiante promedio asimila entre un 80 y un 90 % de las hipótesis. Estos supuestos básicos se ponen al mismo nivel que los hechos, no en teoría, por supuesto, pero sí en la práctica, es decir, se tratan como si fueran hechos. Cualquiera que incorpore estos supuestos básicos a su pensamiento se ve moldeado y, en última instancia, cambiado por ellos. El riesgo que conlleva el estudio teológico-crítico es tan grande porque estos cambios se producen inevitablemente y de forma inadvertida. Se respira una atmósfera tan mortífera como el monóxido de carbono (un gas inodoro e incoloro difícil de detectar) e igual de poco percibida por quienes se encuentran en ella».

Si la Iglesia condiciona el acceso al sacerdocio únicamente a la realización de estudios reglados en estas facultades de teología, al mismo tiempo autoriza a estas facultades, tal como son, a tener la conciencia «tranquila» al respecto. ¡Qué gran responsabilidad ante Dios, ante los estudiantes y los fieles tiene todo obispo que calla ante la difusión de este método herético en las facultades de teología y en la diócesis!

En esencia, el MHCT provoca la pérdida de la fe, pero a esto se le llama expresamente «crisis de fe», con la implicación de que se trata de su desarrollo y mejora, no de su degradación, que es lo que ocurre en realidad. Un profesor de Teología dijo a sus estudiantes: «Después de un tiempo tendréis una crisis de fe. Pero esto es normal. Una vez superada esta crisis, obtendréis una nueva perspectiva no solo sobre las Escrituras y sobre la Iglesia, sino también sobre otras religiones». Añadamos que esta nueva perspectiva no está realmente relacionada con una crisis, sino con la pérdida de la fe salvadora. Concretamente, el estudiante ya no aceptará las Escrituras como la Palabra inspirada de Dios, sino que aceptará la herejía de que los cultos paganos son equivalentes al cristianismo y que la misión es inútil.

Las preguntas insidiosas tienen una fuerte influencia, y hacen que los estudiantes se desvíen por el camino de la herejía, por ejemplo: «¿Tan débil es tu fe y tan poca tu confianza en Dios que ni siquiera quieres comprometerte con estos pensamientos?». El estudiante engañado es incapaz de resistir estas tentaciones, también por su orgullo.

Cita de la profesora Linnemann: «Al mismo tiempo, el estudiante está sometido a una fuerte presión del grupo. Los compañeros de estudios, sobre todo los de los cursos superiores o los especialmente dotados, son “coeducadores”, los contribuyentes decisivos a esta socialización. Un estudiante creyente que no está dispuesto a aceptar ciertos métodos o resultados de la teología histórico-crítica debido a su actitud diferente hacia la Palabra de Dios suele ser discriminado. Le ridiculizan, se burlan de él y le tratan como a un extraño.

En la medida en que el estudiante se inicia cada vez más en el modo de pensamiento histórico-crítico, se aleja de aquellos con los que antes compartía una estrecha comunión en la fe. Ya no “hablan el mismo idioma”, y al estudiante le cuesta escucharles. Ya no los entiende, y viceversa. Se aísla y empieza a creerse superior.

El estudiante también tiene que presentar trabajos que demuestren que se ha apropiado suficientemente del enfoque de este método herético. Se le exige que piense, hable y escriba de manera histórico-crítica, lo que provoca un cambio profundo en su pensamiento y en su fe. Ya no es la misma persona. Lo aprendido en los estudios se interpone entre el cristiano y la Palabra y le impide acceder a ella”.

¡Ojalá se establezca un sistema de presión similar en las facultades de teología para que los estudiantes se conviertan verdaderamente del espíritu del mundo y reciban el Espíritu de Cristo! Ojalá se guíe a los estudiantes hacia una nueva vida con Cristo y en Cristo a través de la oración interior, el verdadero arrepentimiento y el seguimiento de Cristo. ¡Ojalá el celo por la salvación de las almas inmortales de la condenación eterna los motive como a los apóstoles! Los apóstoles predicaban a Cristo y daban testimonio a tiempo y a destiempo, para que al menos algunas almas se salvasen. Estos eruditos teológicos, por el contrario, son cadáveres espirituales, plagas entrenadas que propagan la infección espiritual y la muerte espiritual. ¡Qué tragedia y qué paradoja! ¿Quién responderá de esto ante el tribunal de Dios? Todo esto es fruto de la obstinada negativa de la Iglesia a mostrar verdadero arrepentimiento y de su falta de voluntad para llamar a la verdad, verdad y a la herejía, herejía.

Las mujeres son las más propensas a verse afectadas por el veneno espiritual del MHCT, por lo que se anima a que las mujeres estudien teología, obtengan títulos académicos o incluso enseñen en facultades de teología. Hoy, el pseudopapa incluso está introduciendo la ordenación de mujeres como diaconisas y sacerdotisas.

Decálogo del método histórico-crítico en teología

Primera herejía del MHCT: la realidad de Dios se excluye de antemano.

En su encíclica Pascendi Dominici gregis, San Pío X afirma: «Ciegos, ciertamente, y conductores de ciegos, que, inflados con el soberbio nombre de ciencia, llevan su locura hasta pervertir el eterno concepto de la verdad, a la par que la genuina naturaleza del sentimiento religioso».

Segunda herejía del MHCT: la autoridad suprema ya no es la Palabra de Dios ni la Iglesia, sino el «principio de la ciencia».

El cardenal Joseph Ratzinger escribió: «Una exégesis que ya no vive ni lee la Biblia en el cuerpo viviente de la Iglesia se convierte en arqueología: los muertos entierran a sus muertos».

Tercera herejía del MHCT: la Biblia y la fe cristiana se encuentran al mismo nivel que las religiones paganas y sus escritos «sagrados».

El método histórico-crítico hace caso omiso de que la Biblia es la verdadera y única Sagrada Escritura.

Cuarta herejía del MHCT: según esta, la Biblia no es la Palabra de Dios.

La teología histórico-crítica no cree en la inspiración divina de las Escrituras, sino que las considera una mera creación literaria y teológica, que no nos promete nada ni nos obliga a nada.

¿Qué dice la Iglesia sobre la inspiración de las Escrituras? Dios es el autor de las Escrituras en el sentido de que inspira a sus autores humanos. El Espíritu Santo actúa en ellos y, a través de ellos, enseña infaliblemente la verdad salvadora.

Quinta herejía del MHCT: la teología histórico-crítica es el nuevo magisterio, el único que puede interpretar las Escrituras.

¿Qué dijo el cardenal Ratzinger al respecto? «Es un prejuicio de raigambre evolucionista pensar que solo se comprende la Biblia estudiando cómo se ha desarrollado y creado… Los santos han sido con frecuencia personas de escasa cultura; en cualquier caso, ajenos siempre a las complejidades exegéticas. Y, sin embargo, han sido ellos los que mejor la han comprendido».

Sexta herejía del MHCT: lo que está escrito en las Escrituras no podría ser así de ninguna manera.

El exégeta se centra en descubrir y resolver las «dificultades» del «texto bíblico». Cuanto mejor sea el exégeta, más ingenioso será en este sentido.

Séptima herejía del MHCT: el MHCT determina qué es verdad en la Biblia y qué es mentira, un mito.

Esta actitud por sí sola es muy ofensiva y demoníaca. Todo lo sobrenatural, es decir, todos los milagros, se considera una mentira, un mito. La omnipotencia de Dios no se tiene en cuenta. Detrás del MHCT está el espíritu del ateísmo, que miente y distorsiona la verdad.

Octava herejía del MHCT: la separación de la Iglesia de las Escrituras.

El cardenal Ratzinger dijo: «El vínculo entre Biblia e Iglesia se ha hecho pedazos. Esta separación se inició en el ámbito protestante, en los tiempos de la Ilustración dieciochesca, y recientemente se ha difundido también entre los investigadores católicos. Se trata de la interpretación histórico-crítica de la Escritura».

Novena herejía del MHCT: según el MHCT, Jesús no es ni Dios ni Salvador.

Esta afirmación herética es un renacimiento de la herejía arriana, a la que se opusieron los padres de la Iglesia en el Concilio de Nicea hace 1 700 años. Condenaron dicha herejía categóricamente en el año 325. Sería difícil encontrar un teólogo católico que negara abiertamente que Jesús es el Hijo de Dios. Todos afirmarán aceptar esta verdad, pero inmediatamente añadirán en qué sentido creen que debe entenderse.

Décima herejía del MHCT: los diez mandamientos (Decálogo) ya no son válidos según el MHCT.

El Antiguo Testamento se deja de lado en gran medida como algo que, supuestamente, no nos concierne. Se entiende —en su totalidad o en parte—como una especie de construcción espiritual que es producto de las estructuras sociales patriarcales y las relaciones de producción de la época, y que tenía la función de justificarlas y estabilizarlas. Según esta teoría, los diez mandamientos ya no son vinculantes para nosotros. Esta es otra herejía.

¿Es cierto que los diez mandamientos ya no son vinculantes hoy en día? ¡No, no es así! Los diez mandamientos son obligatorios para los cristianos y el creyente debe obedecerlos. Los diez mandamientos no fueron abolidos, sino integrados por la interpretación de Jesús.

Después de leer las herejías del «nuevo decálogo del MHCT» dadas por el «nuevo magisterio», uno queda estupefacto ante el orgullo que se manifiesta en la arrogancia de quienes se autodenominan maestros de la fe cristiana. Por otro lado, uno también se asombra de los cristianos que, lamentablemente, se rigen por otro tipo de orgullo, a saber, el miedo al ridículo. Y así los católicos se vuelven tan estúpidos que se dejan engañar por miedo a ser vistos como poco científicos e incultos. Recuerda al famoso cuento de hadas «El traje nuevo del emperador». Por lo tanto, debe haber católicos que tengan la fe sencilla de un niño y que arranquen la capa de soberbia en la que los engañadores y los engañados lucen sus nuevos ropajes de doctrina herética.

Hoy, el archihereje Bergoglio se pavonea con sus ficticios ropajes papales y se deja admirar. ¡Ojalá esta vergonzosa tragicomedia terminara pronto en un gran fiasco como el del traje nuevo del emperador! Entonces estallará la burbuja del modernismo del MHCT y del Vaticano II.

El modernismo ha tenido consecuencias terribles para la Iglesia. La teología histórico-crítica está corroyendo la fe salvadora, y se está poniendo en peligro la salvación de millones de almas inmortales. Debido a que la Iglesia católica ha evitado el verdadero arrepentimiento por todo tipo de razones, Dios la ha castigado permitiendo que quienes niegan públicamente las verdades fundamentales de la fe ocupen los puestos más altos de la Iglesia. Se ha expulsado al Espíritu Santo, que redarguye de pecado (cf. Jn 16, 8-9), ¡y de ahí tanta oscuridad, ceguera y cobardía! Los católicos no pueden ver el sistema herético de mentiras y son demasiado cobardes para llamarlo por su verdadero nombre. ¿Sigue siendo válida hoy en día la llamada de Jesús y la llamada de todos los profetas y de la Reina de los Profetas al arrepentimiento? ¡Sí, lo es! Pero Jesús también advierte: «Si no os arrepentís, pereceréis» (Lc 13, 3).

 

+ Elías

Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr             + Timoteo OSBMr

Obispos secretarios

 

25 de enero de 2025

 

Descargar: El PCB: El fruto del Vaticano II después de 60 años: la transformación de la Iglesia católica en una pseudo-Iglesia de la Nueva Era /6.ª parte/ (25-01-2025)

 

 

Volver arriba