El PCB: El pecado contra el Espíritu Santo y la propaganda coronavírica
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¿Qué es el pecado contra el Espíritu Santo?
Afirmar obstinadamente que el poder de Dios es poder demoníaco. Jesús liberó y curó a un hombre cuya ceguera y sordera eran las consecuencias de estar atado por el poder demoníaco. Los fariseos no podían negar el poder de Dios por el cual Jesús había echado fuera al demonio. Sin embargo, para evitar aceptar la verdad de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios, profirieron la mentira más brutal como si Jesús hubiera estado en comunión con el diablo. Dijeron: «Éste no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios» (Mt 12, 24). Este es el pecado contra el Espíritu Santo. Por tanto, Jesús dijo: «Os digo que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada» (Mt 12, 31).
También se puede hablar del pecado contra el Espíritu Santo cuando una mentira demoníaca se disfraza por autoridad eclesiástica. Así engaña a la opinión pública, haciéndole creer que la obra demoníaca es obra de Dios, es decir, la verdad, el bien y el amor.
En la actualidad, la autoridad eclesiástica ha abusado de la autoridad divina para defender y promover el sistema satánico. Su fuerza motriz es la vacunación experimental con la vacuna de ARN mensajero. Este abuso de la autoridad eclesiástica es un pecado contra el Espíritu Santo. Impulsa el lema: «Vacunarse es un acto de amor».
La vacuna actual de ARN mensajero está vinculada a un ritual satánico. Después de una cesárea, al niño vivo se le arranca el riñón, y el tejido se utiliza para fabricar las vacunas. Luego el bebé es asesinado. La aplicación de la vacuna es, en realidad, un antibautismo satánico. Estas llamadas vacunas se administran masivamente a la población. La sangre de los niños víctimas cae sobre los vacunados.
Nos enfrentamos a un complejo sistema de mentiras, que involucra a los potentados del mundo, los medios de comunicación dominantes, al pseudopapa Bergoglio y toda su secta bergogliana que ocupa la Iglesia de Cristo.
1) El pseudopapa ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo al entronizar al demonio Pachamama en el Vaticano (2019), entronizando así al diablo como Dios. En términos espirituales, de esta manera puso en marcha el proceso genocida del covid.
2) El pseudopapa también ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo al abrogar la ley y los mandamientos de Dios y al legalizar la sodomía prohibida. Detrás de esta desviación hay un espíritu inmundo que ciega y esclaviza al hombre. Jesús expulsaba a los demonios inmundos y liberaba y curaba a personas endemoniadas. Bergoglio, por el contrario, fortalece a los espíritus impuros en las personas esclavizadas y los hace entrar en las engañadas.
3) Además, el pseudopapa también ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo al someter a todo el Vaticano, excepto a tres guardias suizos, al antibautismo vaccíneo de Satanás.
Bergoglio implementa un principio literalmente satánico, a saber, que cualquier persona que se oponga al holocausto vacunal sistemático debe ser calificada como la mayor amenaza para la humanidad. Toda persona no vacunada es tachada por él como irresponsable y como alguien que peca contra el prójimo y contra el llamado bien de la sociedad. Como resultado de este principio maligno, los potentados del mundo, en alianza con Bergoglio, están comenzando a introducir la vacunación obligatoria de todas las personas. Bergoglio dijo: «¡Hay que hacerlo!».
En opinión de Bergoglio, una persona normal con sentido común que rechaza la peligrosa vacuna no tiene libertad de circulación. Este espíritu satánico se está abriendo camino en la legislación de las naciones cristianas. Las declaraciones mendaces de Bergoglio sobre la llamada responsabilidad o la supuesta amenaza impulsan introducción del principio de vacunación forzosa de todas las personas en el planeta. La autoridad eclesiástica abusada ha allanado el camino para el sistema satánico y continúa impulsándolo. ¡Este es el crimen y pecado más grave contra el Espíritu Santo! Esta autoridad ni siquiera quiere permitir la existencia de cualquier persona que esté fuera de este sistema. Bergoglio propaga el lema: «Vacuna para todos. Vaccini per tutti». En otras palabras, tienes que cometer un suicidio gradual por vacunación. Si no lo haces, el sistema te linchará y finalmente te destruirá.
El pecado contra el Espíritu Santo que cometen Bergoglio y su secta tiene infierno en sí mismo, porque no será perdonado. ¿Por qué? Un obispo o sacerdote que lo comete se ha unido tanto a Satanás y su programa de mentiras y muerte que odia la verdad y se niega obstinadamente a arrepentirse.
En la República Checa, dos obispos promueven la vacunación con ARN mensajero. Por tanto, han cometido un pecado contra el Espíritu Santo. El obispo Holub de Pilsen lo hizo en su carta pastoral del 29 de agosto y el arzobispo Graubner, presidente de la Conferencia Episcopal Checa, en su llamamiento del 17 de noviembre.
El anatema de Dios contra los obispos
Por la autoridad del ministerio apostólico y profético, declaramos lo siguiente: Todo obispo o sacerdote católico, pero también ortodoxo, que promueve la vacunación experimental con la vacuna de ARN mensajero se ha excomulgado de la Iglesia de Cristo según Gálatas 1, 8-9. ¡Los sacramentos administrados por él son inválidos! Si no se arrepiente públicamente a tiempo, morirá obstinado y le espera la condenación eterna en el infierno.
+Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino
Dado en la fiesta de Cristo Rey,
el 21 de noviembre de 2021
Descargar: El PCB: El pecado contra el Espíritu Santo y la propaganda coronavírica (21-11-2021)