El pecado original y la liberación en Cristo – Parte I
31 de julio de 2019
Nos gustaría llamar la atención sobre cuestiones de actualidad necesariamente relacionadas con la verdadera restauración de la Iglesia. Se trata de la cuestión del pecado original y la muerte de Cristo en la cruz.
El pecado original causó la encarnación de la mentira y, en consecuencia, de la muerte espiritual. El hombre no se hizo como Dios, pero desde entonces ha llevado un ídolo, ego, dentro de sí mismo. Ya no respeta a Dios y a la verdad objetiva. Tiene su propia verdad subjetiva y el bien subjetivo que, desafortunadamente, lo arrastran a la perdición. Utiliza términos positivos para promover sus propios intereses y en su orgullo se pone por encima de Dios. Jesús dice: “Todo aquel que comete pecado es esclavo del pecado” (Jn 8, 34). Sin embargo, debido a la ceguera espiritual, el hombre considera esta esclavitud como su bien.
La evidencia de esta ceguera y orgullo, especialmente hoy en día, es la ideología de género. Arrogantemente niega la realidad objetiva. Dice que si un hombre se siente ser una mujer, él es una mujer. Es como si alguien en un manicomio dijera que es Napoleón o Cleopatra y quisiera que sea inscrito en sus documentos de identidad. El pseudopapa Francisco besa los pies a los transexuales como una señal de que está en profunda unidad con este espíritu de mentira.
La naturaleza humana corrompida por el pecado —que la Escritura llama el viejo hombre— es la fuente del mal y de todos los crímenes cometidos por la humanidad. Por Su amor por nosotros, Dios se hizo hombre para nuestra salvación, para librarnos de esta esclavitud del pecado y del diablo. Por lo tanto, no se puede entender el misterio del pecado original sin entender la cruz de Cristo.
Pregunta: ¿Cuáles son las falsas explicaciones acerca del pecado original?
Respuesta: Algunos teólogos han adoptado puntos de vista “a la Rousseau” que están en la raíz del pensamiento decadente contemporáneo. Manipulan la opinión diciendo que la naturaleza humana no es mala, en otras palabras, que no hay pecado original.
Otro punto de vista falso es chardinismo, que tampoco admite la existencia del pecado original y, por lo tanto, también rechaza la necesidad de salvación y del Salvador.
El relato bíblico de Adán, Eva, el Paraíso y el fruto prohibido muestra auténticamente la esencia del mal que hay en nosotros. Varias teorías de la autosalvación sin Cristo son falsas y conducen a la destrucción.
Debido a que viven inmoralmente, muchos filósofos niegan tanto la realidad del pecado como la realidad de la salvación. Así inculcan mentiras filosóficas a personas de ideas afines para matar su conciencia.
Pregunta: ¿Cuál es la enseñanza de la Iglesia?
Respuesta: Dios creó al hombre y le dio libertad. El primer pecado consiste en el hecho de que el hombre abusó de su libertad y desobedeció el mandato de Dios (cf. Ro 5, 19). Seducido por el diablo, quería ser como Dios (Gn 3, 5), pero sin Dios. Esto trajo desarmonía en el corazón del hombre. El pecado de Adán tuvo consecuencias para todas las personas porque corrompió la naturaleza humana. La naturaleza humana se transmite a las próximas generaciones en un estado de corrupción. Este estado dispone al hombre a pecados personales que incurren en culpa y castigo.
“El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte”. (Ro 5, 12) “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida”. (Ro 5, 18)
Somos injertados por el bautismo en la vida de Cristo o, en otras palabras, estamos inmersos en Su muerte y se nos da una nueva vida (Ro 6, 4). Andar por fe significa actualizar el misterio del bautismo, lo que significa que entramos en la muerte de Cristo y, al mismo tiempo, Su vida obra en nosotros (cf. 2 Co 4, 10).
Pregunta: ¿Alguna vez alguien fue preservado del pecado original?
Respuesta: María, la Madre de Jesús. Ella es la nueva Eva. Por los méritos de Cristo fue preservada del pecado original.
+ Elías
Patriarca del Patriarcado Católico Bizantino
+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
Obispos Secretarios