El fruto del Vaticano II después de 60 años: la transformación de la Iglesia católica en una pseudo-Iglesia de la Nueva Era /4.ª parte/
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El Vaticano II acabó prácticamente con la verdadera apología y la verdadera misión y abrió la puerta a casi todas las herejías. Es necesario restaurar la misión católica, así como la verdadera apología de la fe. Es necesario volver a través del verdadero arrepentimiento al sólido fundamento de la fe, construido sobre la roca del Evangelio, la doctrina de los apóstoles, la tradición de los santos y los doctores de la Iglesia. El proceso de restauración tanto del individuo como de la Iglesia debe comenzar con el arrepentimiento personal, que supone la separación del pseudopapa Bergoglio, de la criminal Fiducia supplicans y del herético Vaticano II. «Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros» (St 4, 8).
Usando el término globalista «religión», el espíritu del Vaticano II ha programado a la Iglesia católica para transformarse en una anti-Iglesia de la Nueva Era. En la rueda de prensa durante el vuelo del 6 de febrero de 2019, el pseudopapa Bergoglio dijo que no se había apartado ni un milímetro del Concilio Vaticano II. El Sínodo para la Amazonía (2019) fue una prueba de ello. A continuación, se muestra una comparación de los documentos del Vaticano II Nostra aetate (NA) y Dignitatis humanae (DH) con el Instrumentum laboris (IL) del Sínodo para la Amazonía.
Cita de DH: «… que no se prohíba a las comunidades religiosas manifestar libremente el valor peculiar de su doctrina (pagana)».
Cita de IL 98: «Se pide tener en cuenta los mitos, tradiciones, ritos y celebraciones originarios que incluyen las dimensiones trascendentes, tribales y ecológicas».
El Instrumentum laboris ya expresa en términos mucho más concretos la exigencia de la transformación de la Iglesia y de la aceptación del espíritu del paganismo en su seno. Considera necesario tener en cuenta los mitos, tradiciones, ritos y celebraciones originarios que incluyen las dimensiones trascendentes. Se trata de aceptar la espiritualidad pagana y esto significa apostatar de Cristo y abrazar el paganismo y sus prácticas, detrás de las cuales hay fuerzas demoníacas. Santo Tomás de Aquino dice: «Es ilícito que nos dejemos instruir por el diablo».
Cita de NA: «(El Concilio) considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas…».
Cita de IL 50: «… comunicación intergeneracional comprende la transmisión de la experiencia ancestral, espiritualidades y teologías de los pueblos indígenas en torno al cuidado de la casa común».
Se trata de la transmisión de la experiencia de la magia negra y de la invocación de espíritus —demonios— y de espiritualidades demoníacas y pseudoteologías relacionadas con ellas. Las Escrituras dicen: «Todos los dioses de los paganos son demonios» (Sal 96, 5). Los ancestros indígenas ofrecían sacrificios humanos a los demonios y algunas espiritualidades paganas incluso implicaban antropofagia: eran caníbales.
¡Es absurdo considerar con sincero respeto el canibalismo, los sacrificios humanos u otros modos de obrar paganos, como lo enseña el documento del Vaticano II! El ideario del Vaticano II es contrario a la Palabra de Dios y permite que el camino pernicioso del modelo amazónico se implante en el seno de la Iglesia católica.
Cita de NA: «Así también las demás religiones… proponen caminos… y ritos sagrados».
Cita de IL 126: «… las culturas indígenas necesitan ser asumidas en el ritual litúrgico y sacramental».
¡Asumir las culturas y ritos indígenas, relacionados con la espiritualidad demoníaca, en el ritual litúrgico y sacramental es un pecado contra el Espíritu Santo y la blasfemia suprema! Mientras que el Espíritu Santo actúa en los sacramentos, el diablo y los demonios actúan en los ritos paganos. «Qué concordia hay entre Cristo y Belial?» (cf. 2 Co 6, 15).
Bergoglio ya ha planteado exigencias para la ordenación de mujeres como diaconisas y sacerdotisas, la abolición del celibato y la introducción del espíritu pagano en la misa en el contexto del Sínodo para la Amazonía. También ya ha aprobado el llamado rito litúrgico maya, que incorpora prácticas paganas a la misa.
Cita de NA: «La Iglesia católica exhorta a sus hijos a que, mediante el diálogo y colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de fe y vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores que en ellos existen».
Cita de IL 29: «Los pueblos amazónicos originarios tienen mucho que enseñarnos. Los nuevos caminos de evangelización han de construirse en diálogo con estas sabidurías ancestrales en las que se manifiestan semillas del Verbo».
¡Las tribus indígenas aztecas ofrecían a los demonios 20 000 sacrificios humanos cada año! El chamán abría el pecho de las víctimas sacrificiales mientras aún estaban vivas y ofrecía sus corazones aún palpitantes a los dioses: Satanás y los demonios. ¿Es esta la sabiduría ancestral que debemos aprender? En esta supuesta sabiduría pagana no se manifiestan semillas del Verbo, es decir, de la verdad de Cristo. Lo que se manifiesta son las semillas del espíritu de mentira y muerte: el diablo.
¡Jesús no nos envía a entablar diálogo con los paganos, ¡sino a convertirlos del poder de Satanás al Dios verdadero! (cf. Hch 26, 17-18) Dios «nos ha librado (gr. errizato) del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo» (Col 1, 13).
¡Es una traición al Evangelio y a la fe salvadora bajo el disfraz del diálogo; es un crimen, una apostasía y un camino de perdición! La adopción de prácticas paganas que encarnan el espíritu del paganismo en la Iglesia ha iniciado el proceso de antievangelización. El camino de la vida de Dios queda así sustituido por el camino de la muerte.
Cita de NA: «La Iglesia católica exhorta a sus hijos a que, mediante el diálogo y colaboración con los adeptos de otras religiones… promuevan los valores que en ellos existen».
Cita de IL 42: «Una Iglesia profética en la Amazonía es aquella que dialoga… en favor de una ecología integral».
No es una Iglesia profética, sino una anti-Iglesia pseudoprofética. La ecología integral, según el documento del Sínodo, incluye la llamada «cosmovisión» de los pueblos indígenas. Significa que todos los espíritus y divinidades demoníacas actúan con y en el territorio. De esto se deduce que la llamada conversión ecológica promovida por el Sínodo es, en realidad, la conversión a los espíritus adorados por estos pueblos indígenas, de los que se cree que actúan en este territorio. Desde el punto de vista cristiano, ¡no es una conversión, sino una apostasía de Cristo! Y no solo apostasía, sino también estupidez.
¿Con qué derecho el Vaticano II boicotea la obligación de predicar el Evangelio y la sustituye por un diálogo suicida?
Cita de IL 30: «Se confirma así un caminar que comenzó con el Concilio Vaticano II para toda la Iglesia».
¡El documento herético sobre la Amazonía admite abiertamente que, por sus herejías, simplemente confirma un caminar que comenzó con el Concilio Vaticano II! El espíritu del Vaticano II y el espíritu del Sínodo para la Amazonía son el mismo. Se trata del sincretismo con el paganismo.
A continuación, presentamos extractos de la vida de dos obispos mártires, san Emiliano y san Ignacio.
La Iglesia sufrió una dura persecución bajo el emperador Diocleciano (286-305). Emiliano era obispo en la ciudad de Spoleto. El entonces gobernador de la provincia era un tal Maximiano. Maximiano mandó que lo llevaran ante él y le dijo: «¿Qué es lo que oigo de ti, Emiliano? ¿Por qué te entregas voluntariamente a la muerte por tu locura? Vas a ser cruelmente torturado y condenado a una muerte amarga si no te postras ante nuestros dioses». El santo obispo respondió con valentía: «No me postraré ante los demonios, y a quienes se postren ante ellos les aguarda el tormento eterno en el infierno».
Maximiano montó en cólera y ordenó que azotaran al santo sin piedad… Luego gritó enfurecido: «¡No vuelvas a mencionar el nombre de Cristo en mi presencia, pero ten piedad de ti mismo, porque te espera un gran tormento!». El santo contestó intrépidamente: «¡Soy un siervo de Cristo! Confieso y glorifico el nombre de Jesucristo. Por Él estoy dispuesto a soportar toda tortura y la muerte». Maximiano ordenó que lo torturaran cruelmente y finalmente lo decapitaran con la espada.
Otro obispo, san Ignacio, también murió mártir por rechazar la idolatría. Cuando el emperador Trajano (98-117) estaba en Antioquía, hizo llamar al obispo Ignacio y le dijo: «Si haces sacrificios a nuestros dioses, te contaré entre mis amigos, y te nombraré sumo sacerdote de Zeus». El santo respondió: «¿De qué me servirá ser el sumo sacerdote de Zeus si soy sacerdote de mi Cristo? ¡No temo a la muerte! No busco bienes temporales, sino que hago todo lo posible por acercarme a Cristo, que murió por mí. Aunque me arrojes a las fieras, aunque me crucifiques, aunque me entregues a la espada o al fuego, jamás sacrificaré a los demonios».
Entonces, Trajano decidió condenar a Ignacio a ser arrojado a las fieras. Esta clase de muerte le parecía la más cruel. Ordenó que se llevara al santo obispo a Roma. En el camino, Ignacio advirtió a los efesios: «Si alguien corrompe en mala doctrina la fe de Dios por la que Jesucristo fue crucificado, ése, por ser impuro, irá al fuego inextinguible, así como el que lo escucha».
Estas palabras de san Ignacio sobre la mala doctrina que está corrompiendo a la Iglesia de Dios son plenamente aplicables a los documentos y al espíritu del Vaticano II y al pseudopapa Bergoglio, así como a quienes lo obedecen y se someten a él.
A san Ignacio lo entregaron a las fieras en Roma el 20 de diciembre del año 107 d. C.
¿Qué espíritu emana de las vidas de los dos santos obispos y mártires? Es el Espíritu de Cristo. ¿Y cuál es el espíritu que se esconde detrás de los documentos del Concilio Vaticano II? ¡Es el espíritu del Anticristo! Por lo tanto, el Vaticano II debe ser condenado como herético.
+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino
+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
Obispos secretarios
13 de enero de 2025